miércoles, 28 de marzo de 2007

LA REINA Y YO


Mi reina, soy tu súbdito que habla con su corazón
solo te puedo tratar así su alteza.
el tiempo compartido son solo momentos fugaces.
Mi soberana; se que en algún momento te confundí
como un buen servidor que soy.
Tu soberanía; no es tan grande, mi corazón esta en paz
soy un hombre pasivo experimentado; seguiré tranquilo,
impávido por mi camino, estuve cautivo todo fue bello,
maravilloso, pero llega el momento de pedir mas de tu corazón
como tu eres una reina que te puedo exigir; Solo existe tu rey marchito el cual sera destronado una y otra vez, por tu naturaleza.
Tu esencia nunca la podre olvidar, nada de ti, incluso tu
indiferencia y falta de amor.
Puedo gritar que te ame es mi verdad.
Sigo mi camino indiferente, como siempre, impávido, inexpresivo.
Tu rostro ya se desvanece trato de tomarlo, pero es inútil todo termina
Solo a Dios; puedo decir que te ame.
Lo que tu jamas podrás decir ni en sueños.


EN FIN...