En las tardes cuando vuelvo a casa, no puedo dejar de mirar
a los seres que me rodean; extraños aparecidos de historietas que nunca leí, veo un obeso con una sopaipilla en la boca engulliéndola
cual manjar exquisito y niñas flacas llenas de aros, alfileres mutilando
su escuálido esqueleto.todo están rápido, parece que no pertenezco a este lugar, es todo tan feo y triste ahora me toca una tremenda aglomeracion
para entrar a un subterráneo, yo soy de un lugar distinto de sueños, de palabras etéreas que se van con el viento,que nadie escucha por que no les importa y a quien le importa saber que es diferente, que no encaja en esta vida urbana inmunda con presidente y políticos patético, implementando nuevos cambios para el país tratando de tragarnos como su cómida favorita, tratando de guiarnos por sendas insospechadas para luego, botarlos en el camino a una fosa común o a una moledora de carne.
Por que no destruirlos seria mejor jugar su juego masticarlos y luego escupirlos en la mierda
destruirlos imposibilitaremos que se traguen sus libros de leyes,economía y urbanismo.
Hasta que revienten, arrancarles el cerebro y los ojos y ponerlos en el palacio presidencial, como reliquias de un pasado que ya he vivido cuarenta años; me falta el aire pero pronto llegó...
Estacion La Cisterna, que bien me espera otra travesía y otro sueño...
